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Todo se torció: Empieza la era de la desdigitalización

Actualizado: 23 ene 2023

La modernidad y la era de la tecnología nos hicieron creer que todas las industria se volverían digitales, y nacieron muchos negocios prometedores que ofrecían muchas prestaciones para poder competir con los antiguos negocios tradiciones que ya existían y que contaban con grandes patrimonios e infraestructura, al principio todo parecía hermoso, pero cuando todos empezamos a mudarnos a los negocios digitales nos quitaron esos beneficios y algunos inclusos se volvieron peores que sus versiones análogas.


Como ejemplos pondré algunos, como Uber, AirBNB, Netflix, Google, Facebook, YouTube, etc, que mantuvieron esa oferta impresionante, y que fueron como aquel novi@ que te ofrece todo, pero que cuando se casan muestra sus peores vicios y deja de ser todo de color rosa, se aprovechan de la fidelidad del cliente, y ahora que abarcan grandes proporciones del mercado, nos están dando una versión chafa de lo que fueron en un inicio.


El ejemplo más notorio fue Uber, que cuando su permanencia pendía de un hilo, y los gobiernos y sindicatos de taxistas querían sacarlos del mercado tenían un servicio espectacular, un precio insuperable, botellitas de agua, choferes con saco y corbata, unidades relucientes y a los conductores les cobraban una comisión del 10% por usar la plataforma, además de bonos por cumplir ciertas metas, pero en cuanto se fue legalizando el servicio y se volvió una empresa global, el servicio se fue volviendo cada día más deplorable, hoy la empresa sangra con el 35% de comisión a sus socios, el servicio cada día es peor, los precios cada día más altos, el otro día un servicio de unos cuantos kilómetros costaba 190 pesos, y un tiempo de espera de 8 a 15 minutos en las app de movilidad y Didi por las mismas andaba, así que decidí salir a la calle levantar la mano y pedir un taxi, 60 pesos y llegue en 11 minutos a mi destino a toda velocidad, de por sí en Didi hay choferes que me han negado el servicio porque ellos sólo quieren efectivo, entonces ya da igual la app o el taxi como en los viejos tiempos.


Lo mismo le pasó a AirBNB que tenía unas tarifas imbatibles, lugares hermosos y anfitriones que volvían tus amigos y te pasaban todos los secretos para conocer lugares que los turistas no conocen, se volvió tan buen negocio que muchos compraron terrenos o casas para rentarlas en la plataforma y hoy el servicio es malo y tiene muchos bemoles, un conocido me contaba que le cobraron una multa de 1,500 pesos por entrar a la habitación de un destino de playa con tantita arena y tuvo que pagar dicho monto por las labores de limpieza, costo que me parece excesivo y que ningún hotel lo haría. A mi me pasó que algunos anfitriones me preguntan a que hora voy a llegar al check in para esperarme, muchas veces no tengo claro la hora a la que llegaré, desde ahí muchas veces prefiero quedarme en un hotel que tiene recepción 24 horas, que limpian la habitación, tiene room service, cafetería, restaurante y muchos otros amenities, al principio AirBNB parecía una joya, pero no lo fue tanto.


Que les digo de Netflix que ya tendrá una versión con anuncios, como la tele abierta pero pagando, o Youtube que parecía un lugar donde podías escuchar contenido libre, que hoy tiene mucha censura y anuncios por tonelada. Spotify tiene más publicidad que la radio, y tampoco podemos estar pagando decenas de suscripciones para tener todo en modo premium. Google Photos nos ofrecía almacenamiento ilimitado, hoy cobra por uso de la nube. El marketing digital también es un fiasco, antes uno compraba el precio por click en Google Ads que costaba centavos, hoy hay palabras carísimas y sale más barato regresar a los flyers, o a los anuncios impresos o simplemente poner una botarga con una bocina produce mejores resultados, sino pregúntale a Farmacias Similares.


Muchos seguirán hablando de las bondades del marketing digital, pero hoy se volvió tan masivo que es irrelevante, tan sólo vean a Amazon Prime que se anuncia con marketing tradicional con imágenes impresas en los puestos metálicos de flores o de periódicos, y que seguro le tienen más resultados que una campaña en Facebook, donde será ignorada por la irrelevancia que hoy inunda los feed de noticias de las redes más usadas.


El futuro parecía luminoso, pero la avaricia de las empresas hacen que Youtube abuse de los anuncios y nos quiera vender membresias de 119 pesos al mes para ver youtubers e influencer que figuran más a bufones de la edad media que a un contenido realizado en el siglo XXI. La digitalización parecía brillante, pero se torció y volvimos a los problemas de empresas que no tienen ningún interés en los usuarios, sino en subir el precio por acción en Wall Street.


Creo que muchos regresaremos a las opciones anteriores, a los hoteles, al taxi, a probar servicios que si estén interesados en el cliente. Saldremos a vivir una vida y no a quedarnos en un sillón viendo neo-novelas en Netflix o contenido irrelevante en Tiktok. Whatsapp aún no te cobra pero te espía y vende tus datos a terceros para sumarlos a las estadísticas de las tendencias en la Big Data. Obvio que el internet seguirá, pero tendremos que replantearnos el uso de estás apps abusivas, caras y que entregan poco valor.


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